En ocasiones, cuando tratamos de ser creativos se producen bloqueos que nos impiden llegar al objetivo final. Estos bloqueos pueden deberse a la poca imaginación, a la rutina, la poca paciencia para desarrollar ideas o el miedo a crear cosas nuevas.
En este aspecto es de entender el porque algunas personas no se consideran creativas o creen que no pueden llegar a serlo en el día a día. Esto se puede deber por ejemplo a la falta de tiempo para obtener la información y en consecuencia a la poca paciencia, o a que por ejemplo determinadas personas teman que la verificación no sea satisfactoria y entonces prefieran no arriesgarse y acudir a actos más mecánicos o sistemáticos de hacer las cosas, asegurándose así el triunfo.
Dimensión social de la creatividad
La innovación va unida a la creatividad y se convierten en una necesidad para el progreso de la sociedad. Por cada necesidad van surgiendo nuevas ideas que cubren tales necesidades. Por ejemplo, una empres sino innova acaba desapareciendo. En cada momento existe una necesidad y por tanto existe creación constante. ¿Pero es toda creación creativa? No, como ya se ha mencionado con anterioridad, debe ser original, elaborada y coherente.
Sin embargo, pese a que son necesarias nuevas ideas e innovación, no se puede concebir la creatividad sin la tradición.
Un claro ejemplo de esto seria el caso de los jeans (levis), que surgieron como necesidad para los mineros y se convirtieron en innovación extendiéndose al resto de los ámbitos manteniendo siempre unos elementos constantes para no perder su identidad.
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